Más que abrir el grifo otra vez a los promotores inmobiliarios, como dice la noticia, lo que intentan es volver a hinchar temporalmente la burbuja para darle salida a todo el ladrillo que tienen escondido bajo la alfombra.
Gracias a los gobernantes es el negocio más prospero que existe, a costa de la esclavitud de millones de ciudadanos que luchan hasta el límite para poder pagar sus viviendas.