Recientemente, a raíz la visita del consejero de comercio de la Junta de Andalucía a la central de la cooperativa COVIRAN, vislumbré unos datos que me llevaron a hacerme una pregunta ¿Cuántos puestos de trabajo en el comercio provocamos a lo largo de nuestra vida con nuestra compra diaria?[...] Expresado de un manera más clara: si 25 familias deciden hacer su compra en una gran superficie durante todo un año, tan sólo necesitan 0,6 dependientes. Si lo hacen en un supermercado de barrio, necesitan 2 empleos casi completos.
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etiquetas: economía familiar , cooperativa , empleo de calidad
Lo que sí sé es que los trabajadores de grandes superficies (que sí es algo generalizado) tampoco es que tengan unos contratos espectaculares.
En cualquier caso, no deja de ser curioso, porque la diferencia de empleados frente a beneficios entre unos (grandes superficies) y otros (cooperativas de supermercados) es abismal.
Pero lo dicho en #1, a ver si alguien tiene datos sobre comparativas de condiciones de trabajo entre cooperativas y grandes superficies en el área de supermercados, a ver si se puede esclarecer un poco más.
Yo no veo tan descabellado que si todo el mundo se pone de acuerdo, cambien las cosas. Es lo que se llama el poder del consumidor y es algo bastante estudiado. Es como si nos ponemos todos de acuerdo para abandonar meneame y movernos a Google+. La gente tiene unos hábitos muy arraigados, siempre compra en el mismo sitio y suele gastar la misma cantidad de dinero. Salvo honrosas excepciones, nadie va a un supermercado distinto cada mes.
Fíjate que habla de impactos de unas 25 familias de cuatro miembros durante un mes, o de una familia durante un año entero. No es cuestión de uno o dos días.
La pregunta aquí es si este movimiento tendría realmente un impacto tan positivo o no.
En cambio lo de volver al mostrador sí tiene sentido. Si la carne de la bandeja y la del mostrador va a valer igual, mejor la del mostrador, que además vas a tenerla recién cortada y a tu gusto.
Yo siempre lo digo: no me importa pagar un poco más si voy a recibir un buen trato personal. Desde el "hoy compra mejor carne de esta que está especialmente buena" hasta el "esto mejor condiméntalo así y así que te va a salir más bueno". Y eso no lo vas a conseguir con la bandeja, necesitas el trato personal. Necesitas contarle exactamente lo que quieres y que te haga sugerencias.
Yo tengo dos amigos trabajando en una conocida cadena de supermercados y, pese a que el sueldo es una mierda, los horarios se cumplen escrupulosamente y no son unos negreros. Y tienen un contrato con su seguridad social y todo. En cambio mi hermana trabajaba en un comercio en el que el horario era empezar a una hora y salir cuando al jefe le salía de la polla. Literalmente. Y el sueldo era más o menos lo mismo. Pero éste era mitad en A y mitad en B.
Hay un dicho que dice que un pobre con una pizca de poder es mucho mas hijo de puta que un rico con ese mismo poder, y vaya que sí me lo creo.
Es ver a un cateto con un bar tratando como un negrero a sus empleados y creyéndose Amancio Ortega, que te entran ganas de decirle en su cara de bobo que es un muerto de hambre venido a más que nunca será más que un don nadie.
Esto es una experiencia personal, pero otras experiencias de conocidos confirman mi "teoría". El empirismo está ahí.
#12 Frédéric Bastiat, lo que se ve y lo que no se ve. Te lo recomiendo encarecidamente.
Quizás es porque suelo juntarme más con gente que trabaja en puestos cualificados. Ahí, la pequeña empresa sabe que si pierde a uno de sus trabajadores se encuentra con un problema para reemplazarlo y no puede permitirse el lujo de tratarlos mal. Sin embargo, la gran empresa puede permitirse un flujo contínuo de gente quemada saliendo y gente novata entrando que se irán formando (y quemando) para cubrir los puestos.
Pero cuando se habla de pequeño comercio no se habla de una pequeña empresa de informática o un bufete, se habla de la carnicería, la frutería, y ese tipo de comercios.
Te pongo un ejemplo mucho más tonto pero real: encontrar un limpiador (para el hogar o la oficina) que lo haga eficientemente y bien es muy difícil. Yo conozco a una limpiadora a la que llegaron a ofrecer más del doble de lo que cobraba el resto, porque ofrecía unos resultados increíbles. ¿Y sabes lo que hizo? No se fue con quien más pagaba, sino con quien trabajaba más a gusto.