El quinto punto lo debo hacer para quitármelo de encima. Este viaje mío de 5 años cerca de los poderes no me ha gustado. Lo he sufrido mucho. Me han hecho sufrir. Lo digo sorprendido y decepcionado, quizás es ingenuidad, pero prefiero ser ingenuo que cínico. En los poderes, en el mundo de las personas con capacidad de coacción, sobre todo económica, he tenido muchos disgustos. Hay excepciones, claro, he hecho algún amigo. Pero hay gente mediocre, hay muchos hombres, mucha testosterona barata, y encima mucha cobardía. A mí me han llegado a decir que no era lo suficientemente hijo de puta para ser director. O que tenía demasiados escrúpulos para ser director. Te lo decían y no les caía la cara de vergüenza ni nada. Te lo decía gente que hace tanto tiempo que no tiene principios que no sabe que se le llama principios, y no escrúpulos, que no es una cuestión de angustia, es una cuestión de dignidad. Cinco años después yo ya era también un poder, seguro que más mediocre y más cobarde que cuando entré, porque los mecanismos son patéticos. Hay gente que ya no recuerda ni por qué lo quería, el poder, ocupado sólo en mantenerlo a cualquier precio. Por eso los poderes masculinizados y testosterónicos son cobardes, porque se atreven con los que deberían servir, pero son serviles y sumisos con los poderes fácticos. Estoy feliz de perder de vista estos poderes, pero ellos no me perderán de vista. Como persona libre, como periodista libre, miraré de combatir y denunciar sus miserias.
Se necesitan más mujeres, muchas más, no una para la foto. Se necesitan nuevos tonos, nuevos estilos. Hay que entender el poder como un encargo provisional al servicio de la gente.
Estoy contento y liberado de dejar los palcos 'vip', las filas cero y los reservados. Ahora me siento más cercano a los compañeros de oncología, gente humilde que lucha con dignidad. Quiero sentirme más cerca de los que sufren que los que hacen sufrir, y espero que eso me haga mejor periodista.
El sexto punto es deciros que a los poderes no les gusta la libertad de prensa. Lo he comprobado cada día. Duramente. Son alérgicos a la libertad de expresión. Y están valientes, la economía lo puede casi todo. Creen que pueden condicionar los discursos desde despachos oscuros. Por suerte todo va cambiando, y cada día hay más rendijas, y todo se sabe, y se sabrá mucho más. Pero la independencia periodística hay que defenderla cada día, haciendo frente, con coraje. Se… » ver todo el comentario
#6 ¿Hueles eso? ¿Lo hueles muchacho? Son negativos. Nada en el mundo huele así. ¡Que delicia oler negativos por la mañana!
Una vez bombardeamos un meneo durante 12 horas, y cuando todo acabó subí a verlo. No encontramos ni una sola portada de esas de mierda. ¡Qué pestazo a noticia tumbada! Todo aquello ... olía a ... VICTORIA
Carles Capevila estuvo en portada hace unos meses: www.meneame.net/story/video-sobre-ser-padres-cruda-realidad-contada-hu
Pero di los nombres,no te cortes
Estic content i alliberat de deixar les llotges ‘vip’, les files zero i els reservats
dir-vos que als poders no els agrada la llibertat de premsa
Ya os podéis imaginar quienes están en los palcos y en las filas 0.Pero hay que decir MAS nombres
El quinto punto lo debo hacer para quitármelo de encima. Este viaje mío de 5 años cerca de los poderes no me ha gustado. Lo he sufrido mucho. Me han hecho sufrir. Lo digo sorprendido y decepcionado, quizás es ingenuidad, pero prefiero ser ingenuo que cínico. En los poderes, en el mundo de las personas con capacidad de coacción, sobre todo económica, he tenido muchos disgustos. Hay excepciones, claro, he hecho algún amigo. Pero hay gente mediocre, hay muchos hombres, mucha testosterona barata, y encima mucha cobardía. A mí me han llegado a decir que no era lo suficientemente hijo de puta para ser director. O que tenía demasiados escrúpulos para ser director. Te lo decían y no les caía la cara de vergüenza ni nada. Te lo decía gente que hace tanto tiempo que no tiene principios que no sabe que se le llama principios, y no escrúpulos, que no es una cuestión de angustia, es una cuestión de dignidad. Cinco años después yo ya era también un poder, seguro que más mediocre y más cobarde que cuando entré, porque los mecanismos son patéticos. Hay gente que ya no recuerda ni por qué lo quería, el poder, ocupado sólo en mantenerlo a cualquier precio. Por eso los poderes masculinizados y testosterónicos son cobardes, porque se atreven con los que deberían servir, pero son serviles y sumisos con los poderes fácticos. Estoy feliz de perder de vista estos poderes, pero ellos no me perderán de vista. Como persona libre, como periodista libre, miraré de combatir y denunciar sus miserias.
Se necesitan más mujeres, muchas más, no una para la foto. Se necesitan nuevos tonos, nuevos estilos. Hay que entender el poder como un encargo provisional al servicio de la gente.
Estoy contento y liberado de dejar los palcos 'vip', las filas cero y los reservados. Ahora me siento más cercano a los compañeros de oncología, gente humilde que lucha con dignidad. Quiero sentirme más cerca de los que sufren que los que hacen sufrir, y espero que eso me haga mejor periodista.
El sexto punto es deciros que a los poderes no les gusta la libertad de prensa. Lo he comprobado cada día. Duramente. Son alérgicos a la libertad de expresión. Y están valientes, la economía lo puede casi todo. Creen que pueden condicionar los discursos desde despachos oscuros. Por suerte todo va cambiando, y cada día hay más rendijas, y todo se sabe, y se sabrá mucho más. Pero la independencia periodística hay que defenderla cada día, haciendo frente, con coraje. Se… » ver todo el comentario
Una vez bombardeamos un meneo durante 12 horas, y cuando todo acabó subí a verlo. No encontramos ni una sola portada de esas de mierda. ¡Qué pestazo a noticia tumbada! Todo aquello ... olía a ... VICTORIA