Arnhem, capital de la provincia neerlandesa de Güeldres, acaba de aprobar un plan de choque de 10 años de duración para luchar contra las sequías y olas de calor. Las medidas contempladas incluyen quitar el asfalto menos usado, hasta el 10% del total, y reemplazarlo por extensiones de césped, además de implantar zonas de sombra y arreglar el sistema de saneamiento para que el 90% de la lluvia permanezca en el subsuelo y no se vaya por los desagües. "Hay que asegurarse de que la ciudad sigue siendo habitable en el futuro", dice el Ayuntamiento.
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De hecho,soy partidario de prohibir el riego de césped en todos los espacios públicos. Pronto los gestores se darían cuenta de que es posible tener una ciudad verde sin ésas especies de cespitosas y que el ahorro es muy alto
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