Ámsterdam se ha convertido en un centro de tráfico de cocaína de Europa, un negocio que mueve miles de millones de euros. El mercado está en manos de una veintena de grupos, con cinco jefes como máximo. El sindicato de Policía holandés cree que el país presenta los rasgos de un ‘narcoestado’
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Sólo en el centro de Barcelona puede haber unas 150 asociaciones de consumidores. Hoy día, el turismo de la marihuana ya no es Holanda.