El rendimiento que el mercado exige a la deuda soberana española y a la portuguesa se ha aproximado a un nivel no visto en casi diez años años. La brecha que separa el rendimiento del bono luso a una década y al español a ese plazo se ha estrechado hasta reducirse por debajo de los 10 puntos básicos –marcó un mínimo en los 8,68 el pasado martes–, algo que no sucedía desde diciembre de 2009.
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Da vértigo pensar los intereses anuales que deben pagar por eso.
Un país hipotecado. ¿ Y por qué se hipotecó ? Portugal no tiene nada ni ha hecho nada extraordinario. Seguramente se han hipotecado inútilmente.
Me apunto al grupo de los que ven a Portugal con simpatía, pero siguen prefiriendo España.