No recuerdo exactamente cuándo me hice socio de Amnistía Internacional, aunque sé que en el año 90 ya lo era. Lo que sí recuerdo perfectamente es por qué me afilié. La decisión se apoyó en dos pilares fundamentales. El primero era la defensa de los derechos humanos, una causa con la que siempre me he sentido comprometido. El segundo era el rigor. AI me parecía una organización seria, que hacía todo lo posible para impedir que los sesgos ideológicos contaminasen sus informes. Para mí eso era importante por dos motivos...
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etiquetas: amnistía internacional , ong
A día de hoy yo no me fío de casi ninguna ONG al 100%. Sí me puedo fiar de pequeñas organizaciones formadas por muy pocas personas. ¿Pero de las grandes? Me cuesta mucho, la verdad.
Me quedo con este párrafo :
Hay quienes se esfuerzan por poner el rigor por delante de sus convicciones políticas y quienes anteponen su ideología al rigor. Las primeras se mueven en el plano de la verdad; las segundas, en el de la propaganda.
Hay tanta gente viviendo de la miseria ajena que no interesa que esta termine.
Lo que no entenderé jamás es por qué reciben financiación pública cuando queda más que patentes que son inútiles.
Aún estoy esperando su informe sobre Honduras, ... y Venezuela.
Irrelevante, tracatrá.
También me borré de I A pero por todo lo contrario, su posición sobre Gaza, el golpe de Honduras, Libia, etc...
Muchas dependen de subvenciones y Amnesia Internacional (Siempre al servicio del Capital), no se libra.
Me llama mucho la atencion en cualquier debate de como los interesadetes te ponen como argumento que si AI dice esto, que si AI dice lo otro, como si no fuese la misma mierda comida hasta las trancas por los "think tanks", y fuesen la verdad absoluta.