David Shor es uno de esos famosos de Twitter que es sólo conocido entre aquellos completamente obsesionados con la política americana. Su fama empezó pronto, blogueando sobre datos y encuestas sobre las presidenciales del 2008, cuando tenía 16 años. [...] La tesis principal de David Shor es que el partido demócrata está atrapado en una cámara de resonancia de activistas, consultores, obsesos por la política y empleados excesivamente woke.
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La insistencia de los activistas y flanco izquierdo del partido en hablar todo el santo rato sobre pronombres, las atrocidades de Cristóbal Colón, supremacismo blanco, heteropatriarcado y demás temas típicos de la “religión” woke (que no tiene nada de nueva - es fruto de la tradición mesiánica de la política americana) quizás motive a los universitarios progres de ONGs y fundaciones cercanas al partido, pero provocan que las bases tradicionales del partido (a saber, gente sin estudios superiores de clase obrera) se sientan excluidos, cuando no acusados de ser la fuente de todo mal.
La insistencia de los activistas y flanco izquierdo del partido en hablar todo el santo rato sobre pronombres, las atrocidades de Cristóbal Colón, supremacismo blanco, heteropatriarcado y demás temas típicos de la “religión” woke (que no tiene nada de nueva - es fruto de la tradición mesiánica de la política americana) quizás motive a los universitarios progres de ONGs y fundaciones cercanas al partido, pero provocan que las bases tradicionales del partido (a saber, gente sin estudios superiores de clase obrera) se sientan excluidos, cuando no acusados de ser la fuente de todo mal.
(pista, después dice que los datos no reflejan esa supuesta penalización electoral, que los demócratas en particular y la izquierda en general -aunque no sé si calificaría como izquierda a los demócratas como tales- tiene que seguir con el mismo discurso identitario, pero combinándolo de manera más efectiva con cuestiones de clase y elitismo)
Y me ha gustado especialmente esto, que en mi opinión es una verdad incómoda que hay mucha gente que no quiere admitir: La primera, y más importante, es que el votante moderado no existe. Es fácil creer o pensar que el electorado es este continúo parsimonioso entre señores de derechas reaccionarios, señores de derechas católicos, señores de derechas liberales, moderados, izquierda moderada, socialistas de toda la vida, y comunistas que hacen biodanzas, pero la cosa es un poco más complicada. Los tipos que están en medio, los que cambian de partido de vez en cuando, son gente que no sigue la política, no tiene ideas demasiado formadas, y que cuando las tiene a veces son unos fascistas de narices. La gente más autoritaria del electorado occidental son estos centristas, insisto; son la gente más propensa a la anti política.
Y esto también: la estrategia a seguir (que tiene bastante evidencia empírica detrás) es hablar de clase social y raza a la vez, no como temas separados. Los demócratas tienen que decir que el conflicto en Estados Unidos es entre 1% y el resto, y que los ricos utilizan las divisiones raciales como arma arrojadiza para distraer al personal. Amén. Cuando se insinúa que la izquierda no se preocupa de la economía de los pobres porque se preocupa de las minorías, como tanta gente afirma, se está cayendo en un falso dilema.
Sanders perdió precisamente porque hablaba de clases sin complejos.
Aunque la teoría del 1% es mejor que el obrerismo tradicional y que el identitarismo posmoderno, sigue siendo un constructo bastante arbitrario orientado principalmente al consumo interno.
En la práctica aplicarlo tiene muchos problemas. Y combinarlo con el identitarismo es un experimento poco esperanzador.
Globalizar tu nicho electoral en el 95% de la población, cuando la sociedad está dividida en un grupo del 95% de la población y otro con el 5% de la población, parece la estrategia que cualquiera de este lado de la historia medianamente inteligente adoptaría.
Cualquier argumento socialdemócrata se puede encajar en el 95% de la población española.
La de cera que le dio a Pablo Iglesias...
Yo diría más bien que si tuvo alguna posibilidad de ganar fue gracias a eso. No literalmente por usar ese término, clases, que a mucha gente le suena anticuado, sino por insistir en el problema de las desigualdades económicas.
Lo que dice el articulista es que posteriormente (e imagino que debido a las presiones woke) empezó a dar más cancha al identitarismo, lo que debilitó su candidatura. Ignoro si es cierto o no, pero no sería extraño, porque Sanders depende del apoyo del activismo radical (en el buen sentido), y por tanto su margen para llevarles la contraria es reducido.
Uy, pues, yo no soy de centro pero esto... Fusilar no, pero cárcel 10 años, sí.
Se presentan decenas de modificaciones legales y leyes nuevas semanalmente en el parlamento. Unas por partes del gobierno, otras por parte de la oposición. Algunas son de calado, otras para mejorar la vida de minorías y otras para minorías enormes (como la gente que cobra el salario mínimo). Si sólo te llegan noticias de cambios gramaticales, cambia de medio hasta que encuentres uno decente.
Ahora, si te encanta una cámara de eco de gente de derechas donde se denuncia que la izquierda sólo se preocupa por los pronombres, estás en el medio adecuado para no escapar de ahí.
Indirectamente, por supuesto que fue por hablar de clases sin complejos, pero porque los que financian campañas saben que ese mensaje no les viene bien ni de lejos.
Derecha: Estado minimo.
Comunismo: Estado dueño de los medios de producción.
Como si fuera incompatible la mano dura con el comunismo, o que haya verdaderos liberales que lo sean no solo en lo economico, si no también en lo social (Aborto o sexualidad)
Lo demas, marketing. Es analogo a esto de que uno de los bastiones de la derecha sean los proselitistas del tipo que dijo aquello de "Antes pasará un camello por el ojo de una aguja que entrar un rico en el reino de los cielos".
Otra cosa es que en algunos casos pueda haber sinergias o antisinergias entre unos temas y otros. Pero la energía total disponible siempre va a ser limitada.
Los temas identitarios, la lucha contra el racismo, los derechos de las minorias o el ecologismo son históricamente patrimonio de la izquierda y el progresismo. Una buena parte (no todo) del electorado de izquierdas lo es por esos puntos precisamente. La izquierda no debe abandonarlos porque sería decepcionar y ningunear a una parte de su importante.
Toda la guerra cultural promovida desde las derechas reaccionarias tiene como objetivo socavar esos bastiones. Parece mentira que tantos estrategas supuestamente izquierdistas caigan en esta trampa, y le sigan el juego a la derecha. ¿Alguien se plantea que la derecha española deje algún día de hablar de patriotismo, de religión, de los toros o de bajar impuestos? Son sus bastiones y no los van a abandonar. ¿Alguien argumenta que por defender esos puntos la derecha esté abandonando a los pequeños empresarios (como realmente hace)? Hay mucho lelo en la izquierda que le ha comprado el argumentario a la derecha.
Los partidos pueden abordar varios frentes, pero no pueden/quieren destinar el mismo esfuerzo a todos ellos.
Desde el momento en que la izquierda baja, la derecha más radical sube, y hay gente de izquierdas que dice que no se siente identificada con las pruoridades de mos partidos, igual se podía escuchar lo que dicen en vez de decir que no tienen ni puta idea y que en realidad son fachas que se creen de izquierdas.
Dicho eso… ¿que tiene que ver tu respuesta con mi comentario?
Por cierto, que gracia, he escrito cotuntura, mil perdones.
La parte del votante moderado es interesantisima,
Lo que la gente en el medio quiere no es “estado de bienestar, pero menos”, sino que quiere “sanidad pública universal y fusilar de forma sumarísima a los que pintan grafitis en trenes”
Nunca lo habia pensado pero esto explica muchas cosas. El votante "moderado" que quiere buenos sevicios publicos pero vota a Vox porque hay muchos moros o los putos catalanes no se que. El votante que odia la corrupcion y quiere castigar al corrupto pero acaba votando al partido de siempre porque los otros son unos rojos que odian a España o unos franquistas rancios.
Esta es la realidad en la que vivimos.
Quizás no te guste, pero es la que es.
Pero no basta hablar una vez de algo. Hay que currarse los temas. Y ahí entran las limitaciones de las que te he hablado antes.
De todas formas, parece que no estás abierto a cambiar de opinión, ni tampoco me das argumentos que aborden realmente la objeción que yo planteo. Así que podemos dejarlo aquí, si estás de acuerdo.