Elige tu propio escándalo

Si quieres que un independentista haga un comentario despectivo en Twitter sobre un camarero que no habla catalán, pasa a la página 34. Si quieres que los fascistas protagonicen un nuevo escándalo relativizando el Holocausto, sigue leyendo (...) n la lucha bulímica por la atención, se ha roto el compromiso de la profesión de transmitir lo importante de manera comprensible, y se construyen escándalos con el material de desecho de la actualidad.

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Quien quiere indignarse por algo solo tiene que bichear por la Internet, en twitter, por ejemplo. Localizar a cualquier gilipollas random que solo se representa a sí mismo diciendo barbaridades y voilá, indignación servida.