Maximino Pérez es empresario de la plaza de toros de Cuenca desde hace más de 20 años así que las ha visto de todos los colores, por lo que es difícil verlo preocupado porque suele relativizar todas las situaciones. Sin embargo en esta entrevista Maximino vuelca toda la preocupación que le produce una situación desconocida y que, en su opinión, muestra el anacronismo en el que se mueve el sector y la rigidez de unas estructuras ancladas en el pasado y con nula capacidad para evolucionar.
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Yo solo permitiría toros siempre que sean toros bravos de la hostia y sin ayuda externa para ninguno de los dos, y si el torero es tan capullo de enfrentarse a semejantes bestias el solito y acaba reventado, pues aplauso para el toro y que le den el rabo y las orejas del torero
No me gustan los toros, pero sin matar entiendo que no tiene sentido el espectáculo (mi padre es muy taurino).
Por mi les quitaba las subvenciones y en pocos años dejaban de existir.
Imagínate al nieto de un Domeq o un Osborne corriendo como un loco mientras le persigo y con un saltito artístico, le clavo dos banderillas en el ojete. Imagínatelo corriendo con las manos en el culo diciendo... ¡ayayaay!. *
¿Picador?
No sabes nada, Ramsey Nieve. Pide banderillero, es mas divertido.
*que no le hago daño a nadie, los toreros no sufren.