En el caso de Europa, muchos están haciendo los deberes. Veinte de los 28 países miembro ya han anunciado planes para eliminar el carbón para el 2030. Casi todos los países europeos occidentales, como Austria, Suecia, Finlandia, Francia, Italia, Luxemburgo, Holanda, Portugal y el Reino Unido, ya tienen aprobados sus planes de cierre de centrales térmicas, según el último informe de BNEF “Policy-Driven Opportunities in EMEA Renewables in 2018”, los otros, Irlanda, Dinamarca y Alemania están discutiendo esos planes de cierre.
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Lo de salvar el planeta ya si eso lo miramos otro día.
Por cierto, a Alemania le queda carbón para rato, y más después del cierre de las nucleares.
Se cede ante el chantaje del terror y se gastan fondos que se llevan los empresarios del sector, los sindicatos y los partidos de izquierdas, bajo el silencio de los mineros que se llevan su parte calentita.
Si la mina fuera tan terrible ningún padre querría que su hijo entrase jamás, cuando la realidad es justo la contraria.
La izquierda se olvida del ecologismo y de la solidaridad de la clase obrera por un puñado de votos y una fuente de ingresos.
Y si parece que se va a cerrar el grifo, se cortan autopistas con barricadas ardiendo y se ataca a la policía con todo tipo de armas caseras. ¿Derecho de huelga? Mis ovarios.
Solo quedaran las explotaciones no deficitarias (creo que solo una).
Cuando se habla de un plan de cierre de centrales se refiere a carbón importado