Nadie firmaba el panfleto, pero las instrucciones sobre qué hacer este 10 M eran claras: avisar por telefonema [llamada de la que queda constancia en un libro de registro] a comisarías y cuarteles, visitar “a un médico de confianza” que expida un justificante e ir a casa a disfrutar “de la familia […] mientras luchas por tu dignidad salarial”. Una llamada a una huelga encubierta –los policías y guardias civiles lo tienen prohibido- que puso “vigilante” al Ministerio del Interior. Sin embargo, los datos recopilados apuntan a un fracaso (0,8%)
|
etiquetas: españa , fracaso , huelga , encubierta , bajas médicas , policía , guardia civil
Agradezco que haya agentes honestos que hagan su trabajo (porque se la juegan cada día, incluso en un simple control de alcoholemia), pero por otro lado hay una gran cantidad de gente como dice #3, y eso que se ha dejado en el tintero casos como los de Villarejo y todos aquellos que colaboran con el narco o hacen la vista gorda con la trata de mujeres.