Piden ayuda a transeúntes en la calle para buscar un cerrajero en su móvil, pero lo que buscan es que cliquen en anuncios pagados por su competencia. Las empresas fijan un presupuesto máximo para su publicidad en Google y, cuando se supera, la campaña desaparece. Es decir, los afectados primero pierden la inversión y, después, la visibilidad. Los cerrajeros llegan a abonar más de 30 euros por una sola visita al anuncio porque se suelen traducir en clientes: quien busca 'cerrajero barato' es porque lo necesita.
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Sobre todo cuando no necesitas el servicio: a ellos les cuesta dinero y no obtienen beneficio. De esa manera tal vez comprendan que la publicidad puede ser un arma de doble filo.
Le compras una pegatina para la bici de tu hijo: "eso no pega, es complicado, son materiales con superficie antiadherente"
Pasa el cerrajero y pone 4 pegatinas en tu portal e intentas quitarlas: "pero qué dices, están fijadas con pegotonio, el adhesivo nuclear que patentó la NASA"
Eso de estar pidiendolo por la calle me parece muy gañán.
No me jodáis que no habéis buscado 'cerrajeros baratos' y no habéis hecho clic en cada uno de los anuncios que muestra Google.
No me lo creo.
Igual alguien está buscando el efecto Streisand con este artículo
No es mi caso.
O no :ondecoñoestáelemojiconsombrerodepapeldealuminio: