El guardameta senegalés del Rayo Majadahonda, Cheick Sarr, vio la roja tras agredir a un aficionado del Sestao que le estaba gritando insultos racistas. Todo el equipo del Rayo Majadahonda decidió marcharse del terreno de juego y no salir de su vestuario, por lo que el encuentro se suspendió en el minuto 87.
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