Julio Rubio puso en marcha hace nueve años un proyecto para alejar a los chavales de las calles, de las drogas, de los conflictos en el vecindario... La escuela es el diván del psicólogo, la terapia que muchos en el barrio necesitan. “Aquí encuentran un ambiente que no hallan fuera. Les hacemos ver que nos importan”.
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Jero García tiene su propia fundación funcionando desde hace ya muchos años, Fundación de Ayuda a la Integración a través del Deporte (FAID) en la cual acoge a niños en peligro de exclusión social y les enseña boxeo Y refuerzo de matemáticas y otras asignaturas, para que no se descuelguen en el colegio. De hecho en principio no pueden ir sólo al boxeo, han de entrenar y luego pasar a las mates.
Los macarras de mi barrio también estaban apuntados al gimnasio y practicaban kick boxing, hoy en día vagan por el barrio sin futuro a la vista.
Lo importante de estas iniciativas parte de que el entrenamiento de boxeo es muy completo, física y mentalmente, y requiere de mucha dedicación continuada, lo que les aparta de la calle (no les deja tiempo para hacer el golfo). Aparte siendo un deporte de contacto les permite añadir formación en disciplina y en constancia, características que benefician mucho a chavales que pueden venir de situaciones familiares desestructuradas y sin presencia notable o adecuadas de sus progenitores.
Por otro lado, el compañerismo que hay en las escuelas aleja mucho la violencia o agresividad que puedan traer de fuera.
jerogarcia.com/fundacion-jero-garcia-4/
Individuos problemáticos, en plan antisocial, he visto a muy pocos, lo mismo o menos que en gimnasios "normales". Partiendo de la base de que perfecto y 100% normal no hay nadie.
Soy experto en deportes de combate (dentro de lo que cabe, con humildad)
Parece que sí, según este artículo
masdeporte.as.com/masdeporte/2015/06/28/polideportivo/1435459672_15923