El imán radical Abu Hamza al Masri ha sido condenado a cadena perpetua este viernes, ocho meses después de que se le imputaran varios delitos federales por terrorismo.
A ver si es verdad y empezamos a ver condenas severas a este tipo de personajes. Pero que le dejen con los presos normales, esos simpáticos bonachones hooligans que por la Pérfida Albión pululan, a ver qué le ocurre y cómo le ayuda Allah...