El juramento de los Horacios fija la dinámica patriarcal: la condición masculina se define en la razón porque está destinada a lo público y la condición femenina se funda en los sentimientos porque se destina al ámbito de lo privado. Pero junto a la razón patriarcal se pone en marcha una manera de entender el prestigio con poder (la razón, las armas, la ciencia, la técnica, la ley) y el prestigio sin poder (el ángel del hogar, lo poético, la bondad, las humanidades, los sentimientos)...
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(Pintura: 'El juramento de los Horacios': wallpoper.com/images/00/28/44/66/classic-art_00284466.jpg)
Saludos.
Y yo pensando que hablaba de la conciliación de la vida laboral y familiar
1.- Que el mundo, o el sistema, debe ser femenino (entendiendo que ahora es masculino). Esa interpretación no tiene un sentido positivo, porque si se considera que ahora hay un desequilibrio, el resultado sería otro desequilibrio opuesto.
2.- Que el mundo, o el sistema, debe ser más femenino (entendiendo que ahora es poco femenino). Eso sí que tiene sentido positivo, porque el resultado teórico pasaría por un cierto equilibrio donde ahora no lo hay.
El párrafo que has citado del artículo parece que escoge la primera interpretación, la más simplista y la que menos sentido tiene. De ahí la crítica, fundada pero viciada en origen por una mala interpretación. No creo que los tiros vayan por ahí.
La segunda interpretación se basa en el hecho de que todo es un juego de tensiones, en este caso entre lo masculino y lo femenino; y que para lograr cierto equilibrio no hay que anular el extremo que ahora domina, sino simplemente reducir el exceso de una parte para aumentar el defecto (en sentido cuantitativo) de la otra parte, y con esa búsqueda de igualdad "de pesos" conseguir una mejor representación del equilibrio natural hombre-mujer en la sociedad humana.