El abogado David Bravo seguía atizando: para colmo, la izquierda, además de quedarse quejándose en Twitter, se queja para apuntarse al carro de la censura, pidiendo que se censure también a los imbéciles de la acera de enfrente. Si entramos a jugar el juego de la represión vamos a perder de todas todas, concluía. David Bravo ponía como ejemplo el caso del famoso autobús de Hazte Oír y me sentí identificado en la estupidez del comportamiento con ese ejemplo.
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Y encima salió por patas de ese faro de la humanidad que es "podemos". Este tío es un poco facha, no?
Aparte, su problema como humorista tuitero, como el del 90% (probablemente más) de los humoristas tuiteros es que tiene 3 o 4 plantillas de chistes y va rellenando los huecos en blanco según hace declaraciones algún político. Cansa.
¿Qué hay más triste y precario que un creador que se autoimpone límites por miedo? Pues tal vez una izquierda que entra al juego de censurar.
A algunos les gusta hacerse los tontos y con un cinismo acojonante piden que se admita a a quienes pretenden destruir los derechos sociales.
Democracia real ese es el puñetero camino, el partido que no la lleve es parte del problema, ya se llame Podemos, Ciudadanos o lo que sea.
Primero, porque no se siente identificado con el lenguaje de los partidos. Segundo, porque los partidos de izquierda han abandonado totalmente el análisis marxista y junto a ello, el propio pensamiento marxista. El trabajador medio se identifica cero con mierdas posmodernistas.
Hay que hablar más de clases sociales y menos del último programa de Operación Triunfo, en resumen.
Mis dieses para ti.
Considerar tu ideología "la correcta" no hace menos malo que quieras metersela doblada a todo aquel que no comulgue contigo. Ni te da derecho a etiquetar a los demás como te de la gana.
Pq es muy muy fácil acabar convirtiéndose en lo mismo que dices odiar. Como dice el refrán, el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones.
No se debe tolerar que un intolerante imponga la censura a otro intolerante.
No vale relativizar todo lo que nos dé la gana y tolerar al que pretende destruir esa tolerancia. Por eso se llama paradoja.
Si un gilipollas grita cualquier gilipollez no es necesario callarle a patadas en la boca, basta con demostrar que está equivocado, y no es muy dificil hacerlo en la mayoría de los casos.
Tal vez estás mezclando diferentes tolerancias.
Debemos tolerar que se exprese cualquier idea, por ejemplo la idea de que es necesario quemar a las bruja.
No podemos tolerar que se atente contra los derechos de los demás, por ejemplo quemando a una bruja.
Luego en la realidad coges un programa electoral del PP y uno de Podemos y en materia de diversidaad sexual no dice nada sustancialmente diferente.
Luego en la vida real te das cuenta de qué los amiguitos de la inmigración realmente son los que hacen regularizaciones masivas con el propósito de tener mano de obra barata y dócil.
Luego en la vida real te encuentras que eso de que los obreros votan a la derecha es mentira, simplemente no votan.
Luego analizar el factor de que a determinadas políticas de izquierda se las ridiculiza en los medios y si no es suficente se las juzga en la Audiencia Nacional pero no, si la izquierda no hace políticas de izquierda es por los gays.
Cuñadismo y post-verdad nivel DIOS.
Familia, una cosa es ser objetivo y criticar lo malo y alabar lo bueno, y otra un escupemierda anclado en la negatividad.
Ser objetivo vs relativista, científico vs sectario, individuo vs follower.
Si no te gusta una Ley ganas unas elecciones cambias la Ley.
Democracia.
También hay gente de derechas que es completamente intolerante.
No creo que la tolerancia tenga que ver con la opción política. Talivanes hay en los dos lados.
Tolerancia a tope al amigo.
Y ya está. España. Las dos Españas.
Y si, concuerdo con que me he encontrado gente de "derechas" más de izquierdas que gente de "izquierdas".
Por ejemplo, si clasificamos según un gráfico de Nolan (es.wikipedia.org/wiki/Gráfico_de_Nolan) podemos ver que puedes estar completamente escorado a la izquierda en tus ideales económicos y estar en cuadrantes completamente distintos (progresista vs totalitario)
Los "paquetes" son malos pero lo he dicho así para que se me entienda.
¿Y en España? ¿Qué piden los partidos de izquierdas? Pues nada relacionado con los trabajadores. Así les (nos) va.
Ni marxismo, ni hostias. Una abrumadora mayoría de los trabajadores no tiene ni puta idea de en qué consiste, pero ven enseguida que un partido de izquierdas que no tiene a los trabajadores como prioridad no es de izquierdas.