La UE finalmente ha decidido permitir que los productos lácteos de origen vegetal –yogur, queso, nata...– puedan llamarse como sus equivalentes de origen animal, y usar en sus envases representaciones visuales que evoquen o imiten a los de origen animal, como por ejemplo la imagen de un remolino de leche en una bebida de avena que, eso sí, seguirá sin poderse etiquetar como leche, tal y como viene sucediendo desde el 2017.
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etiquetas: lácteos , veganos , productos
Puedes ordeñar una puta avellana? Pues no es leche.
Cc #4
tiene coña.
Llamar leche de almendras a una disolución creada con algo que lleven las almendras no lo convierte en leche, los lácteos llevan proteína completa rica en caseínas, cosa que no tienen esos productos vegetales. Además de la degeneración del lenguaje llamando igual a mercancías muy distintas en elaboración, composición, etc... puedes inducir con el nombre una falsa información sobre la calidad nutricional del producto.
Este tipo de decisiones a costa de la objetividad y de la salud, demuestra una vez más que el negocio está por encima de absolutamente todo.