Las mujeres que sufrieron abusos sexuales en su infancia pueden verse afectadas a largo plazo y estos efectos pueden perdurar en su vida adulta y pueden ser más o menos graves en función de: quién fue la persona que las agredió (si era de la familia y de su confianza, como ocurre en la gran mayoría de los casos), si fue algo reiterado o puntual y si lo contó y encontró apoyo o si mantuvo el secreto tal y como probablemente le pidió su agresor.
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Ahí pone el dedo en la yaga. Los malditos convencionalismos sociales que nos obligan a etiquetarnos a nosostros mismos.
Encima la religión y ciertas costumbres no ayudan para nada a superar estos traumas. Por ejemplo chicas muy jóvenes violadas, y luego su familia las repudia, porque ella, que además de sufrir dicha violación o abuso sexual, encima la consideran culpable por dañar el honor de la familia.
Salu2
llaga...gracias.
#2 Como dice #4:
yagallagaY qué triste si sigue sucediendo en el futuro.
vergüenza no, no somos perfectos. pero si se puede mejorar, mejor.
Después están los conceptos de "triunfador" y "perdedor" que impone la socioeconomía, que parece que nos obligan a encajonarnos en uno de ellos (versión económica de justos y pecadores). También tenemos las falacias pseudocientíficas, como el genetismo ad absurdum que sirve para asentar la idea de un determinismo natural del que no podemos escapar, lo cual es casi como la versión moderna de un orden del mundo establecido por Dios.
Y, por supuesto, sin olvidar la industria mediática que nos proporciona los modelos de referencia.
Son muchas cosas a tener en cuenta que se suman a nuestra manera de entender una sociedad. Digamos que es como si nos dieran un kit de "catalóguese usted mismo", en el que, de una manera u otra, debemos asumir que quien se equivoca somos nosotros, no la sociedad, olvidándonos que somos nosotros quienes damos forma a esa sociedad, y no al revés.
Un saludo.
#8 Tienes razón. Normalmente no cometo faltas, salvo las derivadas de una escritura rápida (tildes y puntación en general (y algo de efecto stroop), sobre todo). La que he cometido aquí es de órdago. Tenía un Tutor en mis estudios que me decía: "la ortografía es uno de los pilares de la credebilidad". Te agradezco otra vez que me la hicieras vez, y por el consejo tan útil.
No hay que olvidar lo siente la víctima.
Es un acto brutal, una invasión a tu intimidad, desde una posición de poder, sin ni siquiera a veces mediar deseo, con una alta dosis de humillación, despersonalizacion...
Muchas veces se calla por miedo a represalias, a que no te crean, a sentirte juzgada,
Y un alto porcentaje porque se culpan. No entienden porque, no hay racionalización posible, así que alguna forma de buscan una explicación a algo tan atroz, pues piensas, ¿igual he hecho algo mal?, prefieres culparte a no encontrar en un primer momento una explicación, hay dolor, hay shock,... Esto ocurre muchas veces a nivel inconsciente.
Tras una elaboración y trabajo personal se puede llegar a recolocar todo.
El artículo me parece formidable porque pone su atención en el mundo de la víctima, y la humaniza, lo cual es, en sí mismo, un acto de justicia, al intentar devolverle lo que se le ha negado de manera tan brutal, y sin duda merece disfrutar de una vida equilibrada.
Sin duda debemos ser capaces de restituir una vida destrozada y vaciada de ilusiones. Faltaría más. Pero también deberíamos ser capaces de evitar que nos obliguen a hacerlo, de evitar que se destruyan vidas de una manera tan vil. No es mi intención faltarle el respeto a las víctimas de violación, pero me parece un poco absurdo discutir por qué se sienten culpables, cuando en realidad no lo son en absoluto. En mi opinión, la pregunta correcta sería ¿por qué nos empeñamos en retorcer la realidad? (y el artículo responde muy bien a esa pregunta).
De momento, conseguir que las víctimas puedan enfrentarse a la vida cara a cara, es para quitarse el sombrero. Pero todavía queda mucho en el tintero.
Tú lo enfocas desde tu perspectiva como (mamá)pscióloga, y vas a lo que más dominas: el mundo personal e inmediato, en este caso, de la víctima. Yo lo hago desde la mía como (medio)antropólogo, y voy a lo que me resulta más familiar: el mundo social del que surge el agresor. Ambos tenemos razón, sin llegar a cubrir todo el espectro.
Saludos.
Por lo demás, totalmente de acuerdo con tu comentario.
Tu punto de vista y el mio son totalmente complementarios y compatibles.
Gracias y un saludo.