La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha llamado a los representantes sindicales del sector sanitario para explicarles la situación que se ha producido con el contagio del ébola por una auxiliar de enfermería del Hospital Carlos III de Madrid. Los médicos están sorprendidos por el contagio de la auxiliar de enfermería de la enfermedad de ébola, ya que hasta la fecha consideraban que se transmitía por fluidos corporales la sangre, la saliva, el sudor, la orina, el moco… Achacan la enfermedad de esta mujer a un accidente
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La culpa es de los GILIPOLLAS que asumieron el riesgo de traer enfermos de ebola a la peninsula.
"Decían que era imposible que el ébola entrara en el Carlos III. ¿Y ahora qué?", se pregunta, insistiendo en que ni siquiera existen los protocolos de los que hablan en Sanidad. "Nadie conocía ese protocolo y, claro, de aquellos barros, estos lodos", lamenta. "Un protocolo se edita, se publica y se difunde y es específico para cada hospital. Hay que saber qué personal se va a ocupar del paciente, por dónde va a entrar, qué pasillo va a recorrer hasta la planta de aislamiento, etc. Y todo eso no existe. Si existe, ¿dónde está? ¡Que lo publiquen!", exclama la enfermera.
Esto no es un accidente, es improvisación.
En todo caso, hay o debería haber protocolos de actuación que permitan conocer cada paso que se da con un enfermo de estas características, y si se han incumplido o han fallado hay dos responsables: el técnico que los diseñó y el político que los debió supervisar/aprobar/conocer.
La ministra debe dimitir, pero ya. Lo menos tranquilizador que puede pasar ahora es permitir que esta nefasta responsable política siga en su cargo.
Un simple fallo humano no debería ser suficiente para contagiar un virus tan mortal como este. Si no estaban preparados para meter "redundancia" entonces hubiera sido mejor no traer a los dos enfermos.
A las hijas de la cerda esta las ponía yo a limpiarle las babas a los curas infecciosos. Su puta madre.
Sospechas hay miles todos los días. Una sospecha no es una noticia.
En serio Ana Mato ¿cuándo vas a dimitir? Os habéis columpiado muchísimo con esta decisión prometiendo un riesgo inexistente y cuando ahora se ha demostrado que no es así.
Dimite y vete a celebrarlo con confeti
La verdad es que yo soy de los que defendí la repatriación pero alguna amiga bióloga me explicó eso: Que era una temeridad precisamente porque a esos 2 enfermos no los salvaba ya ni el espiritu santo y era arriesgarse al contagio... y mira parece que tenía razón en todo.
Personal en África, con menos recursos, han atendido a cientos de pacientes sin infectarse.