Una niña israelí de 13 años murió tras ser apuñalada en su casa por un joven palestino de 17 años oriundo de la aldea de Bani Naim. La víctima, que fue identificada como Hillel Yafa Ariel, falleció en el hospital Shaarei Tzedek de Jerusalén tras recibir varias puñaladas en la parte superior del cuerpo. La menor se encontraba en su vivienda de Kiriat Arbá cuando el palestino entró armado con un cuchillo y comenzó a apuñalarla.
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Y luego, pues vuelta a empezar. One more time.
Y no, nadie está justificando el asesinato de una niña de 13 años. Como en 1960 nadie justificaba que unos negros desheredados asesinaran a la hija de un latifundista blanco que robó las tierras a los primeros. Pero el contexto y las circunstancias son las que son.
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Estoy diciendo simplemente que, cuando se habla del conflicto palestino, el personal se pone unas gafas con filtros para ver cosas más allá. Sembrando dudas razonables cuando la víctima es un judío, porque, claro, son invasores (según ellos).