La detención, la semana pasada, de un hombre que supuestamente drogaba a sus víctimas con escopolamina hace resurgir a una droga que aparece en más titulares que análisis
"la sumisión química supuso el 0,02% de las intoxicaciones registradas"
A ver si con esto dejan de aparecer los casos del tipo "a mi cuñado le han sometido con burundanga y por eso sale en una foto de la sauna gay" que tanto pululaban en otras noticias.
«Los informes toxicológicos del Hospital Clinic de Barcelona indican que la mayor parte de sumisiones químicas con objeto de agresión sexual se realizan con una droga legal y mucho más común: el alcohol, reforzado en muchas ocasiones con el efecto de las benzodiazepinas»
- ¡Dios mío! me has puesto burundonga en el trinaté y con la voluntad anulada me poseerás vilmente y harás de mi lo que quieras hasta el amanecer.
- Bueno, igual sí, pero tienes que bebertela primero.
Antes, después del desenfreno, se decía "se me subió el licor a la cabeza", "es la primera vez que me pasa algo así", o más antiguamente "fui tentado por el diablo". Ahora, en los tiempos del individualismo, o mejor dicho el victimismo, la mejor explicación es "me han echado algo en la bebida".
A ver si con esto dejan de aparecer los casos del tipo "a mi cuñado le han sometido con burundanga y por eso sale en una foto de la sauna gay" que tanto pululaban en otras noticias.
Precisamente fue la forma en la que drogaron a la soldado de Antequera (www.meneame.net/m/actualidad/soldado-denuncia-haber-sido-violada-masa-).
- Bueno, igual sí, pero tienes que bebertela primero.