Actualidad y sociedad
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No ofende la duda, sino el desprecio

Se considera un gesto de debilidad ceder a la elocuencia argumental del contrario o incluso a la realidad objetiva si se pone de su parte. El adversario nunca tiene razón por mucho que la tenga. La duda en positivo es siempre una virtud. También en política. Y sin embargo se ejerce poquísimo.

| etiquetas: lucas , opinion
  1. Tristemente, hace tiempo que me di cuenta de que los debates, tanto en la tele como con gente de mi entorno, no son más que ejercicios de ego.

    No importa el intercambio de ideas, o la transformación de convicciones, o defender un argumento porque objetivamente creo que es el más acertado. Sólo importa defender la "verdad" de uno con uñas y dientes, tomarse al contrario como un enemigo acérrimo diga lo que diga, y por supuesto, creerse más intelectual por ello.
  2. ¿Y el concepto? ¿Eh?
    Discutiremos ese concepto con el fin de discutirlo.
  3. #1 Depende, ¿cuál es el objetivo del debate?: ¿caer mejor a quienes lo presencian?, ¿aprender de puntos de vista diferente?, ¿presentar mejores argumentos que el contrario?, ¿ridiculizar a otra persona?.

    En la escena política está claro que prima convencer a los indecisos independientemente de si se presentan hechos dudosos, insultos, insunuaciones o directamente mentiras.

    En clubes de debate prima ofrecer mejores argumentos que el contrario para convencer a una audiencia crítica.

    En el entorno de uno mismo debería ser la posibilidad de aprender de la capacidad de los otros, ¿no?. Sobre todo en el círculos elegidos como las amistades. En la familia, si eso ya tal...
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