Según un nuevo estudio publicado por psicólogos, rechazar invitaciones es mucho menos catastrófico de lo que solemos pensar. De hecho, en algunos casos incluso puede ser beneficioso.
No sé lo que dirá el artículo y o la "ciencia" pero si rechazas muchas veces cenas, alumerzos, etc a los que no te apetece ir puede que el número de estos actos disminulla, pero incluso a los que querías ir
Y algunos aún dudan después de leerlo.
Sin querer ir, igualmente teva a tocar aceptar la invitación.
Pero bueno, una vez que estás ya ahí, si estás en buena compañía, suele merecer la pena el esfuerzo.