Los asesinos de las hermanas de Terrassa quedan libres en Pakistán mientras la justicia persigue al padre en España. Un juez investiga si Ghulam Abbas participó en el complot para matar a sus hijas Arooj y Aneesa, de 24 y 21 años, por negarse a traer a sus maridos a España
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etiquetas: pakistán , asesinato , terrassa , hemanas
Año 2023...
Si el padre es culpable, hay que ser muy fanático para un acto así.
Terrible.
Hablar de algo así en España es de vivir en un cotolengo.
Pues esa es una de las razones por las que no se contempla que la víctima, o sus allegados, puedan "perdonar" al agresor o asesino en un código penal de un país civilizado.
En España ha habido algún caso y la justicia ha dicho "sí, sí, ustedes perdónense todo lo que quieran pero rapidito que el ingreso en prisión es a las ....".
Mira, lo del perdón..... es algo que a las religiones le gusta abusar mucho de eso. Ojo que no estoy diciendo que nunca hay que pedir perdón o perdonar, pero que puede ser un mecanismo de abuso siniestro: "si la víctima no perdona, pasa a ser mala".
Para sacar la nacionalidad española necesitas un examen de español, y otro de conocimientos del país.
Yo incluiría un examen de compatibilidad con costumbres y sociedad. Deberíamos detectar energumenos como este a tiempo para directamente negarles la entrada.
Menudo estercolero.
Y como digas algo, te señalan y te insultan: "racista, xenófobo, fascista!
Perdonando a los aseisnos de sus hijas, qué persona tan buena. Qué asco.
Pues claro que es culpable. Y vaya justicia la de ese país de pacotilla. Espera que vamos a robar un banco entre varios, os cogen y luego no me cogen a mi, y entonces yo os perdono y todos libres.
De verguenza.
Matan a mis hijas personas con nombres y direcciones, y ya pueden hacer un túnel profundo donde esconderse que, aunque caiga yo primero en el intento, no me quedo en el sofá, ya me encargaré de explicarle bien el asunto a Alá
#10 veo tu punto, pero aquí hay cosas mejorables (pero se a lo que te refieres)
margen de nuestra legalidad y costumbres, pero de las cuales solo te enterarás de una ínfima
parte cuando sea algo muy escandaloso, como un asesinato. Pero no te quepa duda que habrá matrimonios forzosos con niñas, ablaciones de clítoris y demás lindezas que a cualquier europeo horrorizan, pero que en otros países son la norma. Llega un punto en el que uno se da por vencido y piensa que, mientras no me toque ni a mí ni los míos, por mí como si les da por colgarse de los pulgares. No vaya a ser que me llamen xenófobo por despreciar una cultura de mier…(ups, casi se me escapa)…un cultura diferente.
Yo inocente de mí, al principio pensaba que podía existir la posibilidad de que el padre colaborara para llevarlas allí engañadas con la idea de que volvieran con sus maridos y no esperaba que se las matasen, pero visto lo visto, probablemente no.
Sería muy interesante, sí.
En la mentalidad woke de Menéame se tiene que tolerar hasta lo intolerable.
Si defendiéramos la tesis de que las culturas son homogéneas (que es lo que se critica), tendríamos que dar la razón a los líderes radicales de cada una, por ejemplo a los líderes islámicos que acusan a todos los occidentales de querer aprovecharse de ellos, de explotarlos y de querer manipularlos para su provecho. Cuando es evidente que ese no es el sentir de la mayoría de las personas que pertenecen a la cultura occidental.
Las sociedades son mucho más complejas que una serie de características culturales y lejos de intentar fomentar guerras entre culturas, la estrategia más eficaz es la de fomentar el entendimiento con aquellos individuos de dichas culturas que son capaces de entender dicha complejidad tanto en la suya como en la de otros, pues de ese modo se pueden conseguir cambios positivos en las mismas.
Pedir una guerra cultural sin cuartel en la que una cultura debe prevalecer sobre la otra es volver al pasado, querer volver a las cruzadas, a las guerras santas que solo traen desgracias y no benefician a nadie excepto a los líderes de las mismas. Cuando alguien se muestra a favor de las guerras culturales (que son el equivalente moderno a las guerras religiosas) le está haciendo el juego a los aprovechados que quieren ganar poder gracias al odio.
Y si ser buenista es no querer guerras de ese tipo, yo estoy orgullosísimo de serlo.
La idea no es que adopten nuestras costumbres y abandonen las suyas por completo, si no que sepan distinguir entre lo que es aceptable y lo que no y se comprometan a cumplir con las reglas, igual que cualquier otro habitante del país. Luego las costumbres que tengan, mientras entren dentro de lo aceptable, dan absolutamente igual. Si quieren comer la tortilla de patatas sin cebolla, eso sí, entonces expulsión inmediata.
Solo falta que tenga que suministrar otras dos hijas a esos elementos.
He leído la noticia entera y estoy rabiando… por mis nietos y sobrinos