El racismo y los abusos a la comunidad negra no han sido sólo el tema destacado del discurso, sino la única cuestión. "La ceremonia de los Oscar es conocida también como la elección de los blancos", saluda Chris Rock, irónicamente ataviado de ese color.
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La película es muy mala, el actor que hace biopic sino hace algo excelso está condenado a caricaturizar el personaje que representa, tal y como sucedió. No es asunto de racismo simplemente si los trabajos son malos no cabe el cansino discurso de la segregación.
Pues si mira las estadísticas de premios que han ido a parar a negros se dará cuenta de que es proporcional con el tanto por ciento de población negra de los Estados Unidos. Si se tiene que quejar alguien son los latinos que están significativamente por debajo de dicha proporción.
www.economist.com/blogs/prospero/2016/01/film-and-race
Benicio Del Toro, por otro lado, no es negro y su papel en "Sicario" es tremendo de bueno. Nadie protesta porque no haya Oscar o nominación para este hombre pese a lo merecido que es.
Los Oscars son premios con nominaciones injustas -WTF "Mad Max"?!?- y carencias injustas -"Beasts of No Nation"-. No son racistas, simplemente son los 40 principales del cine, una chart de moda. Sólo hay que ver la de alabanzas que recibió la salvajada gratuita de "12 Years a Slave". Este año la idiotez ha sido "The Big Short", una película escrita como el culo -con ademanes de documental de principio a fin- que se lleva Oscar precisamente en esa categoría. Más. Ahora están de moda Fassbender y Jennifer Lawrence y con que se tiren un cuesco en pantalla ya quedan nominados. Porque sí.
Por cierto, a Chris Rock le contrataron meses antes de tener la lista de nominados. Si me preguntan, su pataleta estaba prevista por los organizadores y ha cedido -voluntariamente o no- a lo que se esperaba que hiciese.