Alfonso Rueda ha recurrido a un clásico de la derecha gallega para salir al paso de las protestas de los vecinos de Santiago de Compostela contra la masificación turística: lo hacen desde “posiciones ideológicas”. “Dependiendo de quien vengan [los turistas], se juzga su actitud de una manera o de otra”, dijo el presidente de la Xunta de Galicia.
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Todo por el turismo (la pasta) y a los vecinos que les den...
PD: Normalmente me acuesto a la 1-2, desde finales de mayo me estoy acostando a las 22:00 - 22:30 porque se que a las 6 va a haber fiesta y necesito dormir mis 7-8 horitas.
“Yo creo que estamos en un año Xacobeo, por lo tanto mientras la afluencia de peregrinos se produzca con civismo, con orden y sin molestar a nadie”, afirmó, “más allá de lo que pueda suponer la presencia de muchas personas en un momento dado, eso no perjudica a nadie, sino todo lo contrario”.
Civismo y educación a 12.000 jóvenes...¡hai que ter collóns!
Las críticas que he visto sí tienen cierta motivación ideológica en tanto que se refieren a este grupo desde posiciones poco, poco creyentes.
Entrar cantando por calles en las que obviamente vive gente, pasar con el semáforo en rojo para peatones dejando a los coches atascados y provocando problemas y retenciones en el tráfico (ya de por sí complicado) de la ciudad, colapsar no solo las dos aceras si no también la carretera impidiendo el paso de vehículos, hacer los últimos metros del camino corriendo en manada y tirando personas al suelo, increpar a los vecinos que les piden que no canten que hay gente descansando porque “¡pero si esto es una alegría!”, que las personas a cargo de estos adolescentes vayan directamente con micrófonos y altavoces, que a los vecinos se les impida el paso a tiendas, que haya quien se pierda su cita con el dentista porque varios grupos de varios cientos de personas no le permiten salir de un cruce, que haya quien ya con un hartazgo considerable les pida un poco de respeto por el vecindario y sean (aún encima) increpados e insultados.
No vivo en el centro pero cuando recadeo por allí me siento como si fuera figurante de una peli de Berlanga.