MADRID, 28 abr (Reuters) - En la isla española de Mallorca, muy dependiente del turismo, el cierre total de los hoteles por la pandemia de coronavirus ha destruido el medio de vida de todo el sector, desde el personal de recepción hasta los agricultores que abastecen de alimentos a los restaurantes.Desesperados por abrir, aunque sea con capacidad reducida, los hoteles están presionando al Gobierno para que permita viajes limitados entre Alemania y Mallorca, que tienen tasas de incidencia de coronavirus relativamente bajas
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Supongamos que el gobierno hace más caso a los empresaurios que a los expertos y permite la apertura de bares y restaurantes de forma precipitada. Los hosteleros invertirán dinero y pedirán créditos para hacer reformas, comprarán suministros a sus proveedores y contratarán personal pero al cabo de tres semanas ese dinero lo perderán porque empezarán a colapsar los hospitales de nuevo y se decreta un confinamiento duro otra vez.
Desgraciadamente pujaron por mantenerse abiertos lo máximo posible, primero por la semana santa y después por narices.