Rebecca Wrixon es una mujer de 44 años que vive en Inglaterra. Cuando sintió el brazo dormido, pensó que se trataba de un derrame cerebral. No podía hablar ni concentrarse cuando le preguntaban algo. Una prueba determinó que tenía coronavirus y que su situación era sumamente peligrosa. Nunca se mostró resfriada ni con tos. Jamás sospecharon que tenía covid-19.
|
etiquetas: coronavirus , covid-19 , salud , noticias , pandemia , enfermedad
Cc @admin