Bueno, bonito y barato. Las patatas bravas son el aperitivo por excelencia. A pesar de tener su origen en las cocinas madrileñas en la década de los 50, pronto su popularidad se extendió como la pólvora dentro y fuera de las fronteras de nuestro país. Son tantas las versiones que han surgido de estas patatas y tan diferentes en los distintos lugares del país, que si no buscamos la receta primera es difícil adivinarlo.
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1. La casa de mi suegro, tenía un bar en entrevías
2. laserrata.com pero está en San Rafael, pasado el alto del leon.
Y añado, el mamón de mi suegro lo hace a ojo, no hay manera de pillarle una receta...
Voy a montar un bar en Miami para hacer calçots pero usaré salsa barbacoa...(a que duele, eh...)
Las 2 versiones son totalmente validas, aun siendo la receta original de origen madrileño.
Y no es un invento, es una fusion de dos recetas