La reventa de entradas para conciertos o festivales de música por vía telemática se ha extendido en los últimos años, dando lugar a un fenómeno en el que la desprotección del comprador, la falta de garantías y el aumento escandaloso del precio comparten espacio con una legislación anticuada que permite el vacío por el que varias empresas se han colado para obtener cuantiosos beneficios.
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Comprobar la identidad de cada uno de los que entra cuando el aforo es de decenas de miles de personas es en la práctica imposible, salvo que quieras obligar a la gente a llegar muchas horas antes.
Y además, la reventa no es un problema para los organizadores.
Me acuerdo de las fiestas universitarias, salían a la venta las entradas por 15€ con 3 consumiciones y en algunas se agotaban a las dos horas. En reventa las podías encontrar por hasta 70€... Y había gente que los pagaba! Me parecía ridículo pero es su dinero (o el de sus padres) y se lo gastan como quieren.
Al final lo limitaron a 5entradas por persona máximo, pero tampoco se solucionó el problema.
¿Y cuál es el problema exactamente? ¿Que la gente pague un dinero que tiene por una experiencia que desea te parece mal?