La visita de Barack Obama pondrá a Cuba en el centro del mapa mediático, pero según los expertos también afianzará la imagen de una Cuba más abierta al mundo y un sitio apropiado para adelantar negociaciones. Algo que ya había quedado demostrado la semana pasada, cuando La Habana se convirtió en la sede de la reunión entre el papa Francisco y el patriarca ruso Kirill, el primer encuentro en mil años de los líderes de ambas iglesias. Este año, además, se espera el cierre de las negociaciones entre las FARC y el gobierno colombiano.