La compañía que gestiona la residencia ha denunciado el cartel ante la Policía, aparecido un día después de que se colgara una bandera por el Día del Orgullo.

Me pegó un puñetazo (o más de uno, no lo sé). Me ha roto parte de la órbita del ojo, la nariz por 3 sitios y el pómulo. Me desperté inconsciente y cuando me miré al espejo me tuve que recomponer la nariz antes de llamar a la ambulancia. No siento parte derecha de la cara y no sé si lo volveré a sentir. En estos momentos estoy entrando a una operación de 2 horas para intentar recomponer los huesos de la cara. Ha intentado matarme.

El libro está disponible desde hace unos días, pero las controversias que lo acompañan corren el riesgo de tener consecuencias importantes para el autor. “El mundo al revés” es el título y está escrito por un general de división del ejército, Roberto Vannacci, que autoeditó de manera autónoma el volumen que contiene, entre otras cosas, reflexiones sobre mundo feminista, sobre la comunidad Lgbtq+, sobre los extranjeros y sobre las “etnias, por no hablar de las carreras”. Declaraciones contra las mujeres, contra los grupos más débiles que no han

Es obvio que normalmente la forma de pensar ultra-conservadora, está muy ligada a las religiones. La habitual en España es la cristiana pero también existe la musulmana con una cantidad significativa. Y me pregunto porque la izquierda siempre obvia los ataques homófobos de ultra-derecha musulmana, como si fueran a recibir sus votos, cuando están más cerca de votar al PP o incluso a VOX.

La Audiencia de Burgos razona que utilizar esta expresión no significa que el agresor conociese la condición sexual de la víctima, ni que este fuera el móvil para iniciar el ataque

'Vaya pluma' o 'Se le escapa el aceite por la cabeza' son algunas de las cosas que ha tenido que leer el español.

Un hombre gay de 47 años sufrió el pasado domingo 2 de junio un ataque homófobo mientras caminaba por la puerta de la mezquita de Lavapiés, en la calle Provisiones de Madrid. Eran las 17.40 horas cuando un bengalí se le abalanzó al grito de «maricón, maricón» mientras intentaba golpearle con una zapatilla.