El ayuntamiento de la ciudad recibió adoquinazos, y varios cristales de la planta baja habían recibido impactos. No lejos de allí, un camión de bomberos trataba de apagar un neumático que ardía en la calle, y alrededor podían escucharse las sirenas de policía. Junto a la ópera de Fráncfort, los manifestantes lanzaron piedras contra los policías, y uno de ellos resultó herido, según indicó una portavoz a la prensa local. Durante la noche se incendiaron basuras y coches.