El sistema electoral de Estados Unidos da a los estados más pequeños y conservadores más peso, y eso benefició a Trump. Sin embargo, se ha vuelto dolorosamente claro que una de las afirmaciones centrales de la campaña de Trump es, sin duda, cierta: la elección fue de hecho amañada. Pero no amañada en el sentido que Trump afirmó, más bien, fue amañada en favor de Trump y su partido. Esto ocurrió de varias maneras: la privación de derechos de los felones, la supresión de los votantes y Puerto Rico sin poder hablar…