Elegir productos ecológicos y sostenibles, locales y de temporada es una inversión en salud y un acto político. La comida es política y es una herramienta al alcance de todas las personas, seguramente la mejor, para decidir qué modelo agroalimentario queremos para el presente y el futuro: uno destructivo, como el predominante, o uno que respete los límites planetarios, nuestra salud, los derechos de las generaciones futuras y que sea justo y equitativo. Los responsables políticos los elegimos cada cuatro años, el modelo agroalimentario lo podem