Nuevamente, los supremitos vuelven a apoyar a la banca, negando la devolución de lo cobrado de mas, en contra de las leyes de protección al consumidor. La banca ha alargado todo lo posible el caso, seguramente durante varios años hasta llegar al supremo, y durante todo este proceso ha seguido cobrando esta cláusula. Para la banca es muy rentable alargar este tipo de procesos.