Hace unos días salía en la prensa el caso de un paciente en Málaga que tiene una enfermedad degenerativa y el tratamiento paliativo tiene un coste de 140.000 euros al año. El caso concreto tiene todos los ingredientes para que sea un caso extremo: primero, la enfermedad no tiene cura, estamos hablando de un tratamiento paliativo; segundo, enfermedad crónica y rara; tercero, el paciente tiene 76 años. ¿Qué debería hacer el sistema sanitario?