Son los últimos compases de lo que fue una sinfonía algo cateta pero exuberante. [...] Aguirre, Granados, González y ahora —posiblemente— Cifuentes. Ninguno dimitió por lo que se les imputaba en los casos que han puesto nombre —Gürtel, Lezo, Púnica— a aquella fiesta en la que se convirtió la Comunidad de Madrid gobernada por el PP. La number one, Aguirre, de hecho no ha sido imputada aún. La última, Cifuentes, puede caer por algo tan venial —aparentemente— como engordar su currículum con un máster que, presuntamente, no hizo.