Un despido no es otra cosa en el fondo que una transacción, como cuando compras una tele. El producto es el despido, el cliente es la empresa, que es la que lo quiere comprar, y el vendedor eres tú, que es quien lo quiere vender. Curiosamente, el precio de la tele lo pone la tienda y el cliente lo toma o lo deja, es decir que no es el cliente quien entra a la tienda y le dice al dependiente que te doy 200€ por esta tele porque tú también la quieres vender. Pues con los despidos lo mismo.