Así, quien gane el Gordo, con 400.000 euros, pagará 79.500 en impuestos. Quien acierte el segundo premio, dotado con 125.000 euros, abonará 24.500. El tercero (50.000 euros por décimo), desembolsarán 9.500 euros. Es el precio que hay que pagar por pasar unas buenas Navidades. Peor es nada, es el consuelo. Loterías realiza directamente la retención de estos premios al cobrarlos, así los agraciados recibirán el importe con el impuesto ya descontado y solo tendrán que anotar el premio en la declaración de la Renta.