Suceda lo que suceda en las elecciones catalanas de mañana, pase lo que pase después, haya independencia, unidad o algún científico loco invente una máquina que lance Cataluña al Atlántico y la convierta en una isla, la única verdad es que quienes hemos creído en la pluralidad de los pueblos de España habremos perdido. No hacen falta más estados sino transformar el que haya para hacerlo lo más libre y justo posible, nos hemos encontrado con construcciones de egoísmos que se retroalimentan constantemente de agravios reales o irreales.