El caso del PSC daría para un congreso mundial de psicoanalistas argentinos. Y es que a Iceta y los suyos le pasa como al difunto Michael Jackson, aquel pobre chico negro que no quería ser negro. A ellos, lo que más les gustaría en esta vida sería encarnar algo muy distinto y distante del PSOE; cuanto más distinto y distante del PSOE, mejor.