Existen ciertos indicios que invitan a pensar que, la situación actual en la que se encuentran las trabajadoras y trabajadores del Servicio BRIF, después de 23 años demostrando su valía, es de un claro abandono y desprecio hacia su profesión, tanto por parte del MAGRAMA como de la empresa pública TRAGSA, sin mostrar intención alguna en mejorar nuestras condiciones laborales y el reconocimiento de la categoría profesional.