La CUP vol un canvi dràstic en el model turístic de Barcelona i contrari al capitalisme neoliberal, que segons ells ha provocat una especulació immobiliària. En el seu programa polític per a la ciutat, proposa mesures com la diversificació urgent de l'economia, evitant d'aquesta manera el turisme actual, o fins i tot demanen el decreixement…

Turismo: ¿es compatible con la vida local en Barcelona? La concentración de los visitantes en algunas zonas dificulta la convivencia con los vecinos

El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Barcelona, Agustí Colom, no puede hacer nada ante esta visita puntual, que cuenta con cerca de 150 autocares de personas venidas de toda Catalunya. A él y al Gobierno de Barcelona les interesa otra visita: la de turistas, una constante. Éstos se desplazan sin atender la estación del año, y vienen de todo el mundo.

El hasta ahora director general de Turisme de Barcelona, Jordi William Carnes, ha dimitido de su cargo tras conocerse que una auditoría del Ayuntamiento descubriese que se había producido un uso indebido de su tarjeta corporativa del consorcio en gastos que no han sido justificados debidamente. Carnes, que fue conseller de Agricultura del tripartito y teniente de alcalde del ayuntamiento en la última etapa del PSC, ocupaba ese puesto desde junio de 2014.

El turismo de lujo ha decrecido en Barcelona en el último año, pero las cifras se mantienen estables si se miran los datos de hoteles de una estrella y moteles.

“Barcelona eligió no gestionar el turismo, que es una forma de gestionarlo”, afirma el profesor de la UAB.

Las cosas no pasan porque sí. Esta es la máxima que intentan explicar los antropólogos y urbanistas de signo crítico: si Barcelona es tal y como la conocemos hoy en día, es fruto de políticas que han favorecido la llegada de un tipo concreto de turismo. El Mobile World Congres (MWC) es un caso paradigmático. Mapeamos los escenarios de Barcelona donde la ciudad muestra mayores problemáticas derivadas del turismo, que se perciben en la afectación que tiene sobre los barrios y sus vecinazgos.

Solo Barcelona en Comú y la CUP hablan de decrecer en un momento en el que resulta evidente que el descontento ciudadano ha quebrado los consensos sobre las ‘bondades’ del sector. Barcelona es probablemente la ciudad del mundo que más discurso ha producido sobre sí misma, sus excelencias culturales, su clima, su urbanismo progresista… sobre su “modelo”.

Así rezaba la pancarta, una que se mostraba en las calles de Barcelona, una ciudad cuyo 14% de PIB proviene de esta actividad. ¿Pasará lo mismo en Londres o en París? Si bien no lo decía, se refería al turismo masivo, el de borrachera. ¿Es realmente un problema que se incremente la cantidad anual de visitantes? ¿No es una oportunidad más que un agravio?

Muy interesante sobre el modelo productivo como país. Tras la crisis del turismo derivado del coronavirus, es necesario ahondar en alternativas más allá del sector servicio... pero nadie repara: "La principal justificación de la reforma del aeropuerto de Barcelona es el supuesto de que activará los negocios, el turismo y la llegada de inversionistas de todo el mundo: una justificación con pies de barro"

La apertura al mar y la recuperación de zonas industriales y abandonadas, como el Poblenou y Montjuïc, que situaron en el mapa la capital catalana hace 30 años, contrastan con masificación, perjuicios a las estructuras comunitarias, fuga de los habitantes de su urbe, degradación de las condiciones de vida y del entorno natural o el precio de la vivienda. Esta planificación urbanística ha impactado en el modelo económico: de la industria, se ha ido hacia una extensión en el sector servicios, que se ha orientado completamente al turismo.

Desenmascarando con datos las mentiras del lobby turístico: -El crecimiento del número de visitantes no evita que el paro se triplique en la ciudad -Austria ingresa por turismo igual que Catalunya, pero con la mitad de turistas -La ciudad se está vendiendo su patrimonio, no solo el material, también el intangible, como esa forma mediterránea de vivir, que es tal vez lo que gusta a los visitantes y que cada vez escasea más

El Poblenou, señero barrio popular y antigua concentración industrial de Barcelona, ha visto como su entramado urbanístico y su tejido urbano ha ido cambiando por completo a lo largo de los últimos años.

El Ayuntamiento de Barcelona ha presentado este lunes el Plan Estratégico de Turismo 2020, un documento mediante el cual "se pueda obtener el máximo beneficio" de la actividad turística en la ciudad y a su vez "paliar los efectos negativos". Una de las medidas del equipo de Ada Colau contempla, para hacer crecer el retorno económico del turismo en la ciudad, es aumentar el impuesto a las actividades turísticas.

La turismofobia del Ayuntamiento de Barcelona no tiene límites. La concejala del distrito de Ciutat Vella, Gala Pin, ha afirmado que Barcelona "no debería tener" turismo de cruceros porque es una actividad que devora el espacio público, y ha apostado por conseguir su desaparición. "Es un turismo de plaga de langostas: devoran el espacio público y se van", ha detallado en una entrevista del Ara recogida por Europa Press, en la que ha dicho que es un desbarajuste que la parte del puerto de la ciudad pertenezca al Puerto de Barcelona.

Recientemente se publicó en la revista científica Tourism Management un artículo muy interesante y pionero donde se estudia la huella de carbono asociada al turismo de Barcelona. Los números son muy claros, el 95,6% de la huella de carbono del turismo está asociada a la llegada y salida de los turistas, y de esta casi totalmente es debida al turismo que llega o marcha en avión. El artículo propone algunas actuaciones posibles para disminuir el impacto.

Malos tiempos para la lírica en Barcelona. La cancelación del Mobile World Congress (MWC) ha revelado la magnitud del impacto económico que tiene este evento en la ciudad. 500 millones de euros que se deja el congreso cada año y que esta vez han volado. Hoteles que pierden todas sus reservas, hosteleros que triplicaban la facturación habitual durante esa semana, trabajadores temporales del sector servicios que no serán contratados… y el drama de las prostitutas.

Arantxa Calvera es la nueva gerente de Turismo de Barcelona. Se trata de un nuevo puesto, creado a pesar de que ya existe una directora general, y para el que ha sido designada una colaboradora muy cercana del socialista Jaume Collboni, primer teniente alcalde de Barcelona. Su experiencia previa en el sector es inexistente, pero eso no ha sido obstáculo para que Calvera vaya a percibir un sueldo de 90.000 euros.

El turismo es bestia negra y gallina de los huevos de oro; es precarización y nuevos puestos de trabajo. El turismo, eje central de la campaña para las municipales de Barcelona y de tantas otras ciudades.

Documental acerca del turismo masivo y sus graves efectos en Barcelona. En una década la cantidad de turistas se ha triplicado y la economía ha explotado un patrimonio construido por generaciones anteriores. Algunos de sus ciudadanos no tienen reparo en traer más turistas sin pensar en las graves consecuencias que ello conlleva. Se han perdido espacios emblemáticos de la ciudad: La Rambla, el Barri Gòtic o el Born, ahora se les suman la Barceloneta, Sagrada Familia, y el Park Güell cuya exagerada explotación llevó a su cierre.

Frente a la debilidad del turismo en otras capitales como Madrid, Barcelona cada vez atrae más turismo, pero tiene un gran coste: altos precios, ocupación del espacio público, falta de respeto a las minimas normas de higiene y convivencia por parte de turistas jóvenes de toda Europa. Los vecinos cortan el tráfico y hace escraches hartos de las consecuencias.