Toda la plataforma se mueve repentinamente entre 6 y 8 centímetros, una o dos veces al día. Los científicos viajaron a la Antárida en 2014 para colocar los sismógrafos utilizados en este estudio. Dada la magnitud de la plataforma, considerada la más grande de la Antártida y con una extensión similar a Francia, el fenómeno no puede pasar inadvertido.