En 2015, en los primeros 40 días del año, Arabia Saudí ha ejecutado a 28 personas, un ritmo nunca antes alcanzado en ese país. El último ajusticiado es de nacionalidad siria y fue condenado por tráfico de anfetaminas. Al menos, 11 de estos presos fueron eliminados por delitos no violentos, es decir, no por asesinatos, sino por tráfico de drogas.