Analizar los archivos secretos, ahora desvelados, que muestran al prócer presidente Suárez dando millones, junto al banquero Botín y el rey Juan Carlos a la mafia criminal argentina, a generales delincuentes, que metían ratas en las vaginas de las mujeres torturadas, que astillaban los dedos de los activistas de la izquierda detenidos, les introducían las cabezas en agua y mierda con una bolsa de plástico que los asfixiaba hasta que cantaban o morían, les daban picana (corriente eléctrica en los genitales), prácticas habituales de tortura