"¿Y el himno de la Legión? Es acojonante”. Los presentes comienzan a cantarlo a capela, mientras Almeida se hace selfis y un señor, que dice que se llama Fermín, se coloca frente a la estatua y levanta con su brazo derecho y bien alto un folio que lleva impresa la foto de Millán-Astray junto a una frase: “Viva la muerte. Muera la inteligencia”.

La sexta sesión del juicio que se está celebrando contra ocho militares, uno por presuntamente matar a un compañero legionario durante un ejercicio de tiro y los otros siete por encubrirlo, volvió a dejar en entredicho la credibilidad de los acusados. El teniente de la Guardia Civil que investigó lo ocurrido hizo un extenso recorrido por las “contradicciones” en que incurrieron los entonces miembros de la Legión y acabó con esta rotunda conclusión: “Desde el primer momento estaba todo orquestado para dar una mentira”.

Hay que fijarse para poder verla y agacharse para leerla, pero este viernes la estatua de la Legión del paseo de la Castellana de Madrid luce una nueva y pequeña placa en su base que cuenta una historia distinta a la que se decidió escribir en el polémico monumento. Donado por la Fundación Museo del Ejército al Ayuntamiento de Madrid, el conjunto, que en total mide seis metros de altura (sumando el pedestal y la escultura del legionario), incluye varias inscripciones como el credo legionario, pero ninguna como las de la placa recién instalada,

Francia ha sido acusada de devaluar su distinción más importante, la Legión de Honor, tras ser otorgada de forma discreta al heredero de la corona saudí y ministro de interior Mohammed bin Nayef, en su visita a París. En enero, el gobierno francés se pronunció en contra de la ejecuciones en masa por parte del régimen saudí.